(En español al final del artículo)
‘It’s been a week since my arrival, and I am wrapped up in the physical, sensory experience of working on site at Cortijada Los Gázquez. Simon and Donna have created a special place within this alpine desert landscape. The building and project is highly self-sufficient, yet connected to a rich network of artists and thinkers…’
‘The surrounding terrain and the systems of the house have provided a perfect environment to begin my exploration of sound and light within natural and built systems. As I survey and explore the area through data input of light conditions, field recordings of sound, and photographic studies, I’ve noticed a number of powerful contrasts around tools, recourses and process.
- working with the sensory inputs of the body versus using electronics and sophisticated capture technology
- romanticising the seemingly limitlessness of nature versus acknowledging access to limited resources
- beginning with a proposal, yet allowing myself to discover new paths and questions throughout the creative process
As I work through these, there is a sense of balance. To be outside in a nature-filled landscape has provided me with a perfect opportunity to practice whole body listening and feeling with all senses, an exercise that I’ve always found to enhance my sense of flow. Meanwhile, Simon and Donna have provided a wealth of information and history of the site and area, which has grounded my research.
On my bus ride from Alicante to Vélez-Rubio, I listened to a podcast on mathematics, which mentioned Georg Cantor’s idea of different sizes and types of infinities. In the late 19th century, he provided a logical grounding for a seemingly radical idea, that there is not only a single infinity, but sets and collections of infinities of different types and dimensions.
Here, walking in the desert landscape, I can find micro-environments embedded in the larger climate, and I can feel the scale and energy around me. An experience like this, which offers dedicated time to work, in a place offering a space for peace and stillness, is its own little infinity, where ideas can circle around and grow, until they are ready to jump over to the next infinity’.
Francesca Sciandra.
“Ha pasado una semana desde mi llegada, y estoy envuelta en la experiencia física, sensorial de trabajar in situ en Cortijada Los Gázquez. Simon y Donna han creado un lugar especial dentro de este paisaje de desierto alpino. El edificio y proyecto es totalmente autosuficiente, y al mismo tiempo está conectado a una extensa red de artistas y pensadores…
El terreno de alrededor y los sistemas de la casa me han proporcionado un entorno perfecto para comenzar mi exploración del sonido y luz dentro de sistemas naturales y construidos. A medida que inspecciono y exploro la zona a través de la obtención de datos de las condiciones de luz, grabaciones de sonido del campo, y estudios fotográficos, he percibido diversos contrastes fuertes en torno a las herramientas, recursos y procesos.
- trabajar con las percepciones sensoriales del cuerpo frente al uso de tecnología de captura electrónica y sofisticada
- romantizar con la idea de que la naturaleza parece no tener límites frente a tener acceso a recursos limitados
- comenzar con una propuesta, y al mismo tiempo permitirme descubrir nuevos caminos y preguntas a lo largo del proceso creativo
A medida que trabajo a través de éstos, hay una sensación de equilibrio. Estar fuera en un paisaje lleno de naturaleza me ha proporcionado una oportunidad perfecta para practicar la escucha con todo el cuerpo y sentir con todos los sentidos, un ejercicio que siempre me parece que mejora mi sensación de fluidez. Mientras tanto, Simon y Donna me han dado mucha información y me han contado la historia de este lugar y de la zona, lo cual ha cimentado mi investigación.
En mi viaje en autobús de Alicante a Vélez-Rubio, escuché un podcast sobre matemáticas en el que se hablaba de la idea de Georg Cantor sobre diferentes tamaños y tipos de infinitos. A finales del siglo XIX, Cantor proporcionó una base lógica para una idea aparentemente radical, que no hay sólo un único infinito, sino toda una serie de infinitos de diferentes tipos y dimensiones.
Aquí, caminando en el paisaje desértico, puedo encontrar micro-entornos dentro de un clima más grande, y puedo sentir la magnitud y energía a mi alrededor. Una experiencia como ésta, que ofrece tiempo dedicado al trabajo, en un lugar que ofrece un espacio para la paz y la quietud, es su propio pequeño infinito, donde las ideas pueden dar vueltas y crecer, hasta que están listas para saltar al siguiente infinito”.
Francesca Sciandra